Talvez sus lágrimas no desaparezcan.
Talvez piense que con ellas, todo el dolor se irá.
Que con ellas, por fin estará en paz.
Pero no, sólo se encierra.
Más y más en su abismo
En su cueva, su burbuja.
No deja entrar a nadie, por miedo.
Aque se reviente.
No su abismó. No su cueva
No su burbuja.
Si no ella...
-Susana.